Hay momentos en los que uno simplemente quiere irse lejos.
No es que estemos mal, no es que estemos enojados, sólo es el hecho de que la libertad nos llama.
Ese ansia de libertad que algunos ignoran, otros entienden, y unos pocos SIENTEN.
Es cuando recordamos nuestros sueños... desde chicos comenzamos soñando, y pareciera como si cada año la madurez nos hace olvidar un poco más lo que es soñar con algo mejor, y creer que es posible.
Deseo que nunca se acaben mis sueños, entre tanta frialdad, tantas injusticias y tanto dolor, la esperanza y los sueños infantiles son lo que me mantienen viva. Y el poder de hacer feliz, lo que me mantiene contenta.
Sólo espero no ser la única.
"...aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea..." E. Galeano